¡La maldad humana es sólo proporcional a su estupidez e ignorancia!
Afortunadamente en el corazón de muchos humanos y en especial en el de los niños y las nuevas generaciones, reside la esperanza de un cambio definitivo por el respeto al planeta y a toda forma viviente que pueda revertir tanto daño a la naturaleza y a los animales.
De las muchas historias que vale la pena conocer está la de Roscoe un orangután de 3 años que deprimido por la perdida de sus padres se rehusaba a alimentarse y a socializar. En esas circunstancias su probabilidad de sobrevivencia era muy baja. Pero como ya saben, en las historias felices siempre hay un héroe y en este caso fue un perro viejo extraviado en los alrededores del zoológico que alberga a Roscoe, y cuando se conocieron se volvieron amigos
inseparables.
Desde entonces sus travesuras y vivencias los unen cada día más.
¿Hermoso verdad?
El orangután encontró lo que necesitaba, una nueva razón para vivir y a diario se esfuerza al máximo para cuidar a su nuevo amigo y acompañarlo en todas sus actividades.
Comparten todo tipo de actividades juntos y ello aumenta su confianza mutua y su pertenencia al lugar. Una felicidad que ambos alimentan y disfrutan.
Esta historia debe servir de reflexión. La amistad en cualquier lugar, en cualquier tiempo y entre cualquiera es siempre un tesoro que debemos valorar. Roscoe y su viejo amigo nos muestran el camino.
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