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miércoles, 5 de marzo de 2014

Oso Polar (amenazado)

OSO POLAR

Especie amenazada

Los osos polares son el mayor depredador de la zona del Ártico. Sin embargo su principal enemigo es el hombre, quien ha disminuido su número por medio de la cacería con fines de obtener su carne y piel, o para defender asentamientos de los pueblos cercanos. Hoy en día el número de osos es mucho menor y continúa en descenso, debido a la contaminación, a la cacería furtiva y al calentamiento global que derrite los casquetes de hielo. Esto hace que los osos tengan que desplazarse en búsqueda de nuevos lugares para vivir, en donde no pueden cazar focas u otras presas que les proporcionan la grasa necesaria para soportar los fuertes inviernos. El resultado es que las hembras pierden su capacidad de quedar embarazadas, y por ende el número de la población sigue reduciéndose. Se calcula que quedan entre 22.000 y 25.000 osos polares en total, lo cual es una cifra lamentablemente baja, que los categoriza como una especie amenazada.























Nadador por excelencia

Los osos polares son tal vez los mejores nadadores dentro de la familia Ursidae. A pesar de tener un promedio de 500 kg de peso y 2,5 m de largo, pueden nadar cientos de kilómetros para desplazarse, además de que flotan con facilidad.

Aislante natural del frío

Una pregunta que nos ronda en la cabeza es, ¿cómo hacen los osos para resistir las bajas temperaturas de su hábitat? Lo primero es que su pelaje aparentemente blanco es en realidad de color traslúcido, y cada uno de los pelos está compuesto por varios más en su interior, y todos ellos son huecos. Esto permite que cada fibra de pelaje retenga una cantidad importante de aire, que al multiplicarla por el total de pelos del animal, forman un aislante de aire muy resistente al frío. La segunda estrategia consiste en tener una gruesa capa de piel negra que atrae la radiación solar, y acumula el calor a lo largo de todo el cuerpo. Otra importante característica del oso polar es contar con una cola y orejas reducidas, con el fin de mantener de manera más eficiente el calor corporal.


Reproducción del oso polar

Aunque vemos a los osos polares como animales fuertes y resistentes a las inclemencias del clima, la verdad es que cuando nacen son increíblemente frágiles. La época de reproducción es en primavera, entre abril y mayo, pero los óvulos fertilizados no comienzan a desarrollarse sino hasta seis meses después en septiembre, mientras la madre se alimenta para acumular la mayor cantidad de grasa posible en su cuerpo para resistir el invierno. Para octubre (un mes después del comienzo de la gestación), las crías nacen en un refugio dentro de la nieve. Este tipo de gestación de tan sólo un mes de duración, muy diferente de la nuestra de nueve meses, se llama implantación diferida, nombre que hace alusión al retraso en el desarrollo de los óvulos fertilizados. Los oseznos recién nacidos tienen apenas 30 cm y 700 g de peso, no poseen pelo, no pueden ver y son totalmente indefensos. Al cabo de cinco meses la madre los ha alimentado y estarán listos para comenzar el entrenamiento sobre la nieve. Por lo general, las crías conviven con la madre hasta los 2 ó 2.5 años, y pueden llegar a vivir hasta treinta años.


¿Dónde habita?

Siempre escuchamos que los osos polares se encuentran en el polo Norte. Sin embargo, para los osos polares resulta impensable desplazarse a semejantes condiciones climáticas en el punto más al norte de la Tierra, por lo que su real distribución es alrededor del casquete polar, en Groenlandia, Rusia, Noruega, Alaska y Canadá.

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